Laurona
- Edificio industrial, 1962 / (cat) 1967
(Ramón Martiarena Lascurain
)
Otaola 25
Descripción
Este edificio fue construido por Industrias Sao Paulo en la avenida Otaola. Anteriormente domiciliada en Ubicha, se dedicaba a la fabricación de troquelaje mediante punzonado, estampado y embutición, con especialidad en troqueles grandes. La primera solicitud para la construcción de este edificio fue realizada por Manuel Elorza en representación de esta industria en octubre de 1961, según el proyecto y dirección de obra del arquitecto Ramón Martiarena Lascurain. Después fu la empresa fabricante de escopetas “Laurona” la que ocupó el edificio. Laurona realizó obras de acondicionamiento y adaptación sobre el pabellón preexistente, a raíz de la petición realizada por Fernando Martín Trinchet, en representación de la empresa, en abril de 1972.
Fotografías
Síntesis documental
Este edificio fue construido en diferentes fases por Industrias São Paulo en la avenida Otaola. Anteriormente domiciliada en Ubicha Alto nº 2, se dedicaba a la fabricación de troquelaje mediante punzonado, estampado y embutición, con especialidad en troqueles grandes.
La primera solicitud para la construcción de este edificio fue realizada por Manuel Elorza en representación de esta industria en octubre de 1961, según el proyecto y dirección de obra del arquitecto Ramón Martiarena Lascurain 6905.05-1.
Se preveía un edificio industrial que combinaba, en el frente de parcela, los usos administrativos y de oficina técnica repartidos en dos plantas, y la actividad fabril, en una nave de mayor altura, en la parte trasera. Debido a la pendiente del terreno, tuvieron que realizar un trabajo de movimiento de tierras y construcción de muros de contención, quedando el edificio escalonado contra el terreno.
Sin embargo, durante el proceso de construcción, en mayo de 1962, Elorza solicitó su ampliación según el proyecto modificado del mismo arquitecto. Se alteraba completamente tanto la distribución en planta como la sección. Se añadía una planta semisótano en el frente de parcela; la nave fabril ocuparía toda la planta baja, con acceso directo desde la carretera en rampa; y las oficinas se situarían en la planta primera y planta segunda, ocupando tan solo la parte frontal del edificio 6905.05-2.
Sin embargo, al parecer, la superficie industrial que poseían no era suficiente, ya que en noviembre de 1963, aprovechando trabajos de desmonte en un solar contiguo, solicitaron realizar trabajos de excavación en la parte trasera de su solar en previsión de una “posible futura ampliación” 6917.08.
Siendo así, en enero de 1964 solicitaron dicha ampliación según proyecto del mismo arquitecto. Consistía en elevar una planta más el taller y prolongarlo en la parte trasera contra el desmonte recién realizado, ofreciendo 1104 m2 para uso industrial 6917.09.
A pesar de todo, pronto estas instalaciones fueron también insuficientes, dado que en marzo de 1967, Manuel Elorza consultó la posibilidad de ampliación “teniendo urgente necesidad de elevar dos pisos a la Factoría Industrias São Paulo, situado en la Avenida de Bilbao, para poder desarrollar con normalidad su industria, conforme al perfil que se acompaña” 6933.02.
Tras analizar el volumen construido, se llegaba a la conclusión de que era admisible, por lo que en abril de 1967 presentaron el proyecto técnico de Javier Marquet Artola para dicha elevación 6933.03.
En su memoria, el arquitecto alega que “aunque comprendiendo que el desarrollo de la industria en pisos resulta perjudicada económicamente, se ven materialmente obligados a ello”, dejando constancia de las dificultades de desarrollo industrial que tenían las fábricas eibarresas. Esta ampliación comprendía un total de cerca de 2500 m2 más dedicados a la industria, llegando así a colmatar el volumen construible total admitido en la parcela.
El resultado de todo el proceso es un edificio de casi 7.000 m2 construidos, que combina espacios administrativos con espacios fabriles, con alturas considerables. A partir de aquí, Industrias São Paulo abandonó el taller, se desconoce si por traslado debido a la imposibilidad de expansión, o por cese de negocio.
En cualquier caso, fue la empresa fabricante de escopetas “Laurona” la que posteriormente ocupó el edificio. Fundada en 1941 por cuatro armeros artesanos, estuvo primeramente ubicada en la tercera planta del edificio Ibargain [JR-05], y en los años 60 se trasladaron a la primera planta del edificio Almaral [CB-13], en la cuesta de Muzategui. En torno a 1971 se trasladaron ocupando el edificio Sao Paulo.
Laurona realizó obras de acondicionamiento y adaptación sobre el pabellón preexistente, a raíz de la petición realizada por Fernando Martín Trinchet, en representación de la empresa, en abril de 1972. El proyecto, redactado por los arquitectos Sáez y Basáñez, contemplaba varias actuaciones, aunque la más importante fue la reforma integral de fachada. Se retranqueó el cerramiento de fachada, permitiendo la instalación de jardineras y plantas colgantes. Además, se incluyó un nuevo entresuelo para garaje, y un comedor en la cubierta de la fábrica 6971.03
El proyecto fue autorizado, aunque la empresa solicitó la exención de parte de la licencia, dado que por motivos económicos iba a realizar las obras en varias fases 6971.04.
La mejor época de la empresa fueron los años 70, cuando Laurona llegó a contar con 160 obreros (AYA tenía 200). No obstante, la crisis del sector armero de los 80 afectó también a la empresa, que sufrió dificultades y reestructuraciones, aunque consiguió mantenerse sin cerrar. Entre 1996 y el año 2000, Laurona fue vendiendo plantas del edificio São Paulo a otras empresas como AYA… hasta quedarse con dos plantas en 2009 (http://egoibarra.com/publicaciones/revista-eibar/eibar_2010_01.pdf/view de Javi Martín Lapeyra)
Finalmente, Laurona fue absorbido por Norica y desapareció como tal. Actualmente el edificio mantiene su uso industrial, quedando sus locales ocupados por diferentes empresas, entre otras AYA. Recientemente se ha realizado una rehabilitación de fachada, sustituyendo el alicatado por un enfoscado de mortero.