Norica

Edificio industrial, 1955 / (cat) 1968 (Faustino de Basterra )
Otaola 16

Descripción

La firma Norberto Arizmendi y Cía reunía a tres industriales del mismo apellido. Fabricaban armas desde 1916, y después de la guerra civil dejaron ese sector y se centraron en la manufactura de carabinas neumáticas de la marca "Norica". En julio de 1955, comenzaron a construir las instalaciones nuevas en Otaola (lo que era avenida de Bilbao), cerca del caserío Otolaerdikua, sobre un proyecto redactado por Faustino de Basterra. Se realizaron varios trabajos de ampliación, y cuando la empresa se trasladó a Elgeta, el edificio quedó sin uso.

Aérea

Plano

Pese a que la construcción de este taller se inició en 1951 por iniciativa de Norica, el origen de la empresa es anterior.

Radica en la firma Norberto Arizmendi y Cía., y unía a tres industriales de la misma familia y con el mismo apellido. Fabricaron armas desde 1916, sobre todo cortas, aunque también trabajaron en la mecanización de piezas.

Según las matrículas industriales de 1924 y 1938, su taller estaba ubicado en la planta baja de Ibarrecruz nº10 (dirección antigua), y tras la guerra civil aún se mantuvieron allí algunos años más. Así se demuestra en la instancia suscrita por Norberto Arizmendi en abril de 1941, donde solicitaba el adecentamiento de una tejavana exterior para su taller de Ibarrecruz 6858.31.

Tras la guerra civil, abandonaron la producción de armas de fuego, centrándose en la manufactura de carabinas neumáticas bajo la marca “Norica”, y se trasladaron a unos talleres en Isasi, situados en las plantas bajas de unos edificios de viviendas, cuya parte posterior daba al río. Estas plantas industriales quedaban también comunicadas por un puente con el paseo de San Andrés. Así se refleja en las solicitudes realizadas por la empresa, que pedía construir unos almacenes junto a ese puente. [foto 21040HIF]:

• En 1946 Toribio Arizmendiarrieta, como socio gerente de “Norberto Arizmendi y Cía.”, solicitó edificar “un cobertizo provisional para almacenamiento de materias primas en terrenos de la villa, situados en el Paseo de San Andrés contiguos al puente construido por los Sres. Echenagusía y Echeverría, en la orilla izquierda del río Ego“. La solicitud fue denegada por el carácter industrial de la ejecución que pretendían 6864.36.

• Sin embargo, en 1951 solicitaron una actuación muy similar. En este caso pretendían el arrendamiento de esa misma parcela propiedad del Ayto. “para poder emplazar un tanque de fuel-oil para su industria, por ser de gran necesidad su instalación por el peligro que supone tener los envases dentro de la nave de los talleres”. En esta ocasión el Ayuntamiento accedió a la solicitud 6871.34.

Sin embargo, en julio de 1955 iniciaron la construcción de sus nuevas instalaciones cerca del caserío Otolaerdikua en Otaola (antigua avenida Bilbao). Según el proyecto redactado por Faustino de Basterra, inicialmente construyeron un pequeño taller de poco más de 100 m2 de una sola planta, cuya cubierta presentaba una apertura superior para asegurar la ventilación del espacio 6884.15.

Este taller quedaba en la parte zaguera del terreno, cercano al cauce del río y alejado de la carretera general, en una esquina de la parcela. Entre 1962 y 1963 lo ampliaron, aunque sin abandonar las instalaciones de Isasi. La solicitud inicial para la ampliación fue denegada por estar el plan parcial en proceso de redacción, y, pese a que iniciaron las labores de construcción sin licencia, finalmente se autorizó la edificación, que consistía en prolongar la nave de planta baja en toda la anchura de la parcela 6905.19.

En julio de 1962, durante el proceso de construcción de esta ampliación, solicitaron elevar una planta más esta parte, siguiendo también el proyecto y dirección de obra del arquitecto Faustino de Basterra. Esta elevación se extendió también sobre la nave preexistente, por lo que tuvieron que eliminar la ventilación en la cubierta de esta zona. El proyecto se acompañó también por un interesante escrito de la empresa, donde se exponía que esta ampliación se destinaría a taller mecánico y ayudaría a descongestionar las instalaciones de Isasi 6910.15.

En septiembre de1963, a raíz de un informe del aparejador municipal que notificaba la ejecución de unas obras irregulares, se sancionó a la empresa y se le instó a documentar las obras para su legalización 6910.16.

La empresa, en cambio, alegó que tan solo estaba realizando obras de reparación del cierre preexistente y que el entresuelo al que hacía mención el aparejador, se había construido en el momento de la construcción original. Incluyeron el plano que lo describía, certificando que la obra había sido dirigida por Faustino de Basterra. Finalmente, se levantó la sanción impuesta, aunque quedó constancia de que este entrepiso se edificó en la planta baja 6910.17.

En noviembre de 1964 solicitaron prolongar el edificio industrial en el resto de la parcela de su propiedad. En el escrito adjuntado por la empresa, exponían que el objetivo de dicha ampliación era trasladar allí sus talleres de los sótanos de Isasi, con la intención de aumentar la productividad al unificar sus instalaciones y evitar molestias a los vecinos de las viviendas de Isasi 6923.31.

El proyecto fue redactado por el mismo arquitecto, Faustino de Basterra y consistía en construir un anexo que prolongaba la industria hasta la carretera general, conformando así la fachada principal de la industria. Debido a la diferencia de cota, la planta baja del taller preexistente quedaría como semisótano, y sobre esta planta, se construirían dos plantas más en forma de “U”, dejando un patio en el centro de la fábrica 6923.31.

A partir de ahí, según podemos ver en el estado actual del edificio, se realizaron varias modificaciones:

• Se incluyeron algunos volúmenes en cubierta (uno de ellos para centro de transformación).

• Se instaló un anexo en la parte trasera del edificio, donde se habilitó una entrada directa desde el nuevo vial situado al otro lado del río.

• El patio interior fue cubierto, incorporando este espacio construido al interior de la fábrica.

La empresa Norica mantuvo su producción de carabinas en este edificio de más de 4.000 m2 construidos hasta el traslado a sus actuales instalaciones en Elgeta.

En este momento, el edificio se encuentra en desuso y en mal estado, y en continuo proceso de degradación.