Forja Ochandiano Echeverria
Descripción
La empresa "Ochandiano y Echeverría" fue inscrita en 1940 en el Registro Mercantil de Gipuzkoa y en 1941 comenzaron a construir la forja y el taller. El edificio es resultado de la adición de varias construcciones y no prestó mucha importancia a la estética.
Plano
Síntesis documental
La empresa Ochandiano y Echeverría se inscribió en el Registro Mercantil de Gipuzkoa en 1940, aunque inicialmente se constituyó como Ochandiano, Odriozola, Echeverría.
De hecho, la solicitud para la construcción de su taller en 1938 está suscrita por los tres industriales, representados por Ignacio Ochandiano Cortazar 6854.39.
El proyecto inicial de Raimundo Alberdi preveía un edificio sencillo de hormigón armado de una sola planta compuesta por la suma de dos espacios/volúmenes: la forja (más alta y con una apertura superior de ventilación) y el taller mecánico (más bajo y de mayor extensión). El taller quedaría emplazado junto al camino de Txonta, en las inmediaciones de otras forjas.
No obstante, no empezó a levantarse hasta 1941, ya que en junio de ese año presentaron un nuevo proyecto 6858.56 y pidieron autorización para la toma de aguas necesaria para su construcción 6858.54. Cabe destacar que para entonces ya se había modificado su razón social, al desaparecer de ella Odriozola.
El proyecto modificado del mismo arquitecto, contaba igualmente con forja y taller mecánico, aunque su posición era diferente. La forja quedaría en la parte posterior contra la ladera, y el taller mecánico en la fachada principal.
La empresa estaba dedicada a la fabricación de recambios agrícolas, y fue ampliando sus instalaciones paulatinamente. En 1942 construyeron una elevación de una planta sobre el taller mecánico siguiendo también las directrices de Raimundo Alberdi 6859.36.
En 1946, construyeron una pequeña nave en la parte trasera, ligeramente separada del taller 6865.34, y en 1947 elevaron una planta más sobre él rematada con un tejado a dos aguas 6866.21, ambas ejecuciones con proyecto del ingeniero Felipe Anitua.
En 1950 elevaron parcialmente una planta sobre el taller de la parte frontal para destinarla a oficina, conforme al proyecto del mismo ingeniero 6869.52.
La empresa seguía creciendo, y en 1953 construyeron un nuevo taller que ampliaba enormemente sus instalaciones. La solicitud, suscrita por José Echeverría e Ignacio Ochandiano, venía acompañada por el proyecto del arquitecto Ramón Martiarena 6876.20.
Al derribar el antiguo caserón en ruinas propiedad de Silverio Mandiola [TX-D-04], se construyó un edificio de hormigón armado para forja de planta baja más dos plantas piso, dejando sin construir la planta 3ª y el tejado a dos aguas que preveía el proyecto original. La disposición era simple, consistiendo en una superposición de plantas diáfanas comunicadas por una escalera en la parte derecha, donde se encontraba el acceso peatonal desde el camino de Txonta.
En 1962 habilitaron un centro de transformación, indicativo del crecimiento industrial de la empresa al necesitar mayor potencia eléctrica 6906.01.
La empresa también adquirió el edificio contiguo perteneciente a Modesto Urquiola [TX-05], ya que en 1973 realizó obras de reforma sobre él siguiendo el proyecto del arquitecto Eduardo Artamendi. Se amplió la planta baja para destinarla a forja, y la planta primera y segunda se destinaron a usos administrativos (en planta primera oficinas, y en la planta segunda el archivo) 6979.12.
Actualmente, el edificio primigenio de forja tiene tapiados los huecos de carpintería y está en desuso, al igual que el edificio de 1953, que pese a estar en mejor estado y haberse utilizado por otras empresas, está también en desuso. Se prevé un plan urbanístico de reconversión de Txonta en el que posiblemente todos estos talleres sean derribados.