Jardiñeta 34

Se trata de un edificio industrial destinado a alquiler de talleres por plantas, en el que destaca su emplazamiento en un terreno de pendiente escarpada, y su singular volumetría vertical con 11 plantas de altura. Este edificio se construye en los terreno del Caserío Ibargain. Benigno Iriondo, que se casó con ... Astigarraga (heredera del caserío) fue quien promovió la construcción de esta zona de Ibargain y Jardiñeta, edificando tanto viviendas como talleres. Este edificio evidencia la necesidad de suelo industrial que existía en Eibar en esta época. Las empresas que lo ocuparon respondían a un perfil de pequeña empresa típica eibarresa.

Se trata de un edificio industrial destinado a talleres de alquiler por plantas, en el que destaca su emplazamiento en un terreno de pendiente escarpada, y su singular volumetría vertical. Este edificio se construye en los terreno del Caserío Ibargain. Benigno Iriondo se casó con la hija del Sr Astigarraga, heredera del caserío Ibargain, y fue quien promovió la construcción de esta zona de Ibargain y Jardiñeta, edificando tanto viviendas como talleres. Es evidente el gran esfuerzo constructivo que supuso la construcción de este edificio industrial en el año 1962/63. Debido al fuerte desnivel, hubo que construirse 5 plantas del edificio contra muros de contención, alcanzando el edificio un total de 10 plantas. El edificio se proyecta como una suma de volúmenes a consecuencia de las ordenanzas. En esta zona se permitía una altura máxima construida de planta baja+4. No obstante, debido al gran desnivel entre la calle superior e inferior, el edificio toma finalmente 10 plantas de altura (PB+4 desde la calle superior). Por otro lado, el promotor tuvo que asumir la urbanización de las calles para dar acceso al edificio, prolongando la C/ Ibargain (zona inferior) y la C/ Jardiñeta (hoy en día conecta con la variante), por lo que cabe pensar que el edificio pudo ser costoso. Las empresas que lo ocuparon respondían a un perfil de pequeña empresa típica eibarresa, que trabajaron con el inconveniente principal de una mala accesibilidad y un montacargas compartido por todos ellos. Pese a ello, el edificio fue utilizado en su totalidad. En este caso se evidencia la imperiosa necesidad de suelo industrial que existía en Eibar, en el que la suma de condicionantes originó la construcción de un edificio con una volumetría absolutamente singular prácticamente irrepetible fuera de Eibar.