Matsaria 1

Edificio industrial, 1961
Matsaria 1

Descripción

Jenaro Crucelegui Esnaola, en representación de la empresa “Herederos de Jenaro Crucelegui”, en 1959  presentó un anteproyecto de un nuevo taller sustituyendo el preexistente. Las diferentes plantas estaban destinadas a alquiler o venta para empresas, y quedaban comunicadas por una escalera enfrentada al puente sobre el ferrocarril. Desde su construcción, este edificio no ha sufrido modificaciones, y mantiene su uso industrial, aunque está infrautilizado.

Aérea

Plano

En el solar donde se ubica, hubo un taller anterior a la guerra civil en el que estuvieron algunos armeros, y más adelante Jenaro Crucelegui [JR-D-04] (este edificio se conectaba con la calle Estación a través de un puente).

De hecho, fue Jenaro Crucelegui Esnaola, en representación de la empresa Herederos de Jenaro Crucelegui, quien en 1959 presentó un anteproyecto de un nuevo taller sustituyendo el preexistente. La respuesta del Ayuntamiento a esta consulta fue positiva, autorizando su construcción siempre y cuando se presentara un proyecto completo firmado por un técnico 7660.74.

En agosto de 1960, el contratista de obras Marcelino Aguirre solicitó la construcción de dicho edificio con arreglo al proyecto redactado por el arquitecto Faustino de Basterra 6901.03.

Existieron ciertas desavenencias entre el Ayuntamiento y la Comisión Provincial para la concesión de la licencia, ya que La Comisión Provincial exigía que desapareciera el puente sobre las vías del tren, así como la ampliación de la anchura del vial. Sin embargo, el arquitecto municipal Hermenegildo Bracons alegó que este Plan Parcial ya había sido aprobado por la Comisión Provincial y que no había justificación suficiente para desestimar la petición de construcción del edificio al no contradecir la normativa urbanística.

De todas maneras, previamente a la construcción, se debía derribar el taller preexistente, trabajos que se realizaron a partir de septiembre de 1960 a petición de Marcelino Aguirre 6897.03.

El edificio se construyó siguiendo el proyecto previo, con una forma en planta adecuada a las irregularidades del solar y a las alturas marcadas por la normativa municipal. Estaba construido en hormigón armado, y contaba con planta baja más cuatro plantas piso rematadas por una cubierta plana de agua. Las diferentes plantas estaban destinadas a alquiler o venta para empresas, y quedaban comunicadas por una escalera enfrentada al puente sobre el ferrocarril.

Una de las empresas que ocupó el edificio fue la imprenta de Juan Maruri, anteriormente ubicada en la travesía que une Arragueta y Víctor Sarasqueta, la cual se trasladó aquí en 1962 6905.15.

Desde su construcción, este edificio no ha sufrido modificaciones, y mantiene su uso industrial, aunque está infrautilizado. La fábrica de armas Ignacio Zubillaga prosigue con su actividad en la 4ª planta del edificio.

Estilo

La volumetría del edificio buscaba el máximo aprovechamiento permitido por el solar y las ordenanzas municipales, siendo el diseño, ante todo, práctico.

Del mismo modo, como en la mayoría de edificios industriales, las fachadas son planas y presentan una repetición continua de huecos de carpintería de amplias proporciones que siguen la retícula de la estructura de hormigón armado.

Sin embargo, el arquitecto no desprecia la oportunidad de trabajar las fachadas a nivel estético, y aprovecha la ubicación de la caja de escalera y el ascensor en la esquina del edificio para dar en esta zona una mayor presencia a la construcción, al ser de mayor altura y quedar coronado por dos óculos circulares.

Singularidades

El acceso al taller a través de un puente peatonal sobre el ferrocarril es realmente particular. Asimismo, su imagen desde el puente, coronado por una zona de mayor altura con dos óculos circulares, es icónica.

Destaca el tratamiento de la fachada que queda enfrentada al puente y donde se sitúa la escalera general. Esta zona es algo más alta, y queda coronada por dos huecos circulares, caracterizando el edificio.