Pablo Soroa

Edificio industrial, 1938 (Raimundo Alberdi Abaunz )
Matsaria 1

Descripción

Pablo Soroa decidió construir un nuevo taller en Matxaria en marzo de 1938. El edificio albergaría talleres y viviendas. La empresa se especializó en la fabricación de herramientas para el gremio de zapateros y posteriormente fabricó hormas de zapato. Esta actividad se mantuvo bajao el nombre de HEINZA, hasta que cesó su actividad. En este caso, el marcado carácter mixto del edificio y la volumetría originada como consecuencia de un cambio durante su construcción, nos dejan un edificio especialmente emblemático.

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Pablo Soroa era un industrial que a principios del siglo XX trabajaba en Elgueta, dedicado al sector de la tornillería. En la década de 1920 se instaló en Eibar, en la C/ Estación, prosiguiendo aquí su actividad hasta el bombardeo de abril 1937, cuando su taller queda destruido. Es entonces cuando decide construir un nuevo taller en la zona de Macharia. En marzo de 1938, pide la licencia de obras para la construcción de este nuevo taller bajo proyecto y dirección de obras del arquitecto Raimundo Alberdi en terrenos de Macharia. Su primer objetivo era construir un taller sencillo en forma de "L" de dos plantas independientes: la planta baja para su propia explotación, y la planta primera destinada a alquiler. En octubre de 1938, durante el proceso de construcción, se decide la ampliación del edificio añadiendo 2 plantas más destinadas a viviendas para obreros. La ampliación del edificio provocó su re-diseño. Para dar acceso a las viviendas el arquitecto tuvo que incorporar un cuerpo que incluyera una escalera en la fachada frontal. A nivel compositivo, destaca el tratamiento del volumen de escalera: singulariza el edificio por presentar una mayor altura, tener su propio tejado, y poseer unos huecos escalonados especialmente característicos. Destaca también el contraste entre la parte inferior dedicada a talleres, con la parte superior dedicada a viviendas: los amplios huecos con carpintería de entramado metálico, con los huecos típicos de viviendas. Asimismo, el empleo de un tejado inclinado más propio de edificios residenciales dota a este edificio de un marcado carácter mixto. En este edificio desarrolla su actividad Pablo Soroa, sin modificaciones desde su construcción. Existe una evolución de su producción industrial habitual en las empresas eibarresas: la empresa se especializó en la fabricación de herramientas para el gremio de zapateros, y posteriormente fabricó hormas de zapato. Esta actividad se mantuvo bajo el nombre de HEINZA hasta el año (...) cuando cesa su actividad de forma definitiva. Este edificio representa los valores que caracterizan el patrimonio industrial de Eibar, relacionados en gran medida con su capacidad de adaptación, tanto a nivel productivo como constructivo. Este hecho provoca edificios difícilmente repetibles en otras circunstancias. En este caso, el marcado carácter mixto del edificio y su volumetría originada en consecuencia de un cambio durante su construcción, nos dejan un edificio especialmente emblemático.

La empresa había nacido a principios del siglo XX en la cercana localidad de Elgueta, donde su primera dedicación fue la producción de tornillería y material de ferretería, actividad muy ligada a la principal industria de la comarca: la industria armera. En la década de 1920 la firma se traslada a Eibar, y se asienta, como tantos otros talleres del momento, en el entorno de la estación de ferrocarril: en aquella época, la calle de la estación, Estaziño kalea, era un hervidero de pequeñas empresas instaladas en los bajos de los edificios de viviendas. Poco a poco, la firma va especializando su producción, y ya para 1932 se dedica casi exclusivamente a la fabricación de herramientas manuales, marca Hércules, destinadas principalmente al por entonces pujante gremio de zapateros. En el registro de Matrículas Industriales, Pablo Soroa aparece domiciliado en C/ Estación nº7 (antigua dirección) dedicado al sector tornillería, hasta que en el bombardeo de 1937, su taller queda destruido y tiene que construir un nuevo taller en terrenos de Macharia. Con el paso de los años, la fabricación de herramientas va dejando paso a nuevos diseños, en un proceso habitual para todos los empresarios eibarreses: se aprovecha el conocimiento adquirido en las diversas manufacturas para crear objetos cada vez más especializados, que aúnen el saber hacer de los trabajadores con el diseño y la innovación que requieren los mercados. Así, sin abandonar la clientela de zapateros a la que habían surtido durante años, se especializarán en la producción de hormas para zapatos, un producto que contribuyó a acrecentar su fama y que desde 1994 comercializarán con el nombre Heinza. Tras el cese de la actividad de la empresa, la parte industrial del edificio queda en desuso.


Síntesis documental

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Signaturas

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