Trust Eibarrés
- Edificio industrial, c.a. 1957 - 1958 / (cat)1961
(Ramón Martiarena Lascurain
)
Murrategi 9
Descripción
El Trust Eibarrés es una emblemática empresa eibarresa que se ha dedicado históricamente a la fabricación de cartuchos. El taller original se situaba en la parte alta de Txonta. A inicios de los 60 trasladaron su actividad a las instalaciones que edificaron en Azitain, donde se mantienen hoy día. Su estilo es totalmente opuesto a la arquitectura industrial de la época. El tejado inclinado y las ventanas de pequeño formato hacen que su apariencia esté más cercana a la arquitectura residencial que a la industrial.
Síntesis documental
El Trust Eibarrés es una emblemática empresa eibarresa que se ha dedicado históricamente a la fabricación de cartuchos, aunque en sus inicios en torno al año 1926 también fabricaron y comercializaron escopetas.
El taller original se situaba en la parte alta de Txonta [TX-16], mientras que la oficina y el almacén para la distribución se encontraban en una planta baja de Urkizu, trasiego que se realizaba con burros y carretas.
Sin embargo, a inicios de los 60 trasladaron su actividad a estas instalaciones que edificaron en Azitain, donde se mantienen hoy en día.
Para su edificación, Estanislao Aramberri Mallaviabarrena (director gerente de la empresa) solicitó la pertinente autorización conforme al proyecto del arquitecto Ramon Martiarena en diciembre de 1958 [6891.18].
El proyecto detalla que tuvieron que solicitar la segregación de sus terrenos del polígono donde quedaban enclavados según el Plan de Ordenación Urbana, habilitando el polígono 66bis para la empresa. Del mismo modo, al ser un terreno semirural, tuvieron que estudiar el ensanchamiento del camino, la cubrición parcial del torrente de agua, y el refuerzo del puente, para conseguir un acceso apto para su industria.
La instalación industrial estaba diseñada especialmente para la fabricación de cartuchos, con altas medidas de seguridad al trabajar con pólvora (de ahí su ubicación alejada). Constaba de dos pabellones, uno para expediciones y otro para carga de cartuchos, además de ocho polvorines.
Los pabellones eran de forma alargada y se situaban a ambos lados de la plazoleta de acceso, separados entre sí 20 m. Los polvorines quedaban camino arriba respetando también distancias prudenciales entre ellos para evitar posibles explosiones en cadena.
Los pabellones eran construcciones sencillas de estructura de hormigón armado rematadas con tejados inclinados. El pabellón de carga albergaba el espacio de trabajo, y constaba de una sola planta con una pequeña bodega en semisótano. En el pabellón de expediciones se almacenaban los productos y constaba de planta baja y planta primera comunicadas por un ascensor y escaleras.
Para la puesta en marcha de estos pabellones, precisaron reforzar el puente de acceso a los mismos, tal y como describe Estanislao Aramberri en la instancia presentada en octubre de 1960. El técnico encargado de las obras fue nuevamente Ramón Martiarena, que proponía ensanchar los dos arcos del puente en un metro de distancia aguas abajo para conseguir una anchura mínima de 4m de calzada con aceras de 1m a ambos lados [6900.11].
Tras la construcción del recinto y la reforma del acceso, la empresa ha realizado trabajos de mantenimiento y puesta al día de sus instalaciones:
Sustitución de polvorines [6989.02].
En 1972, debido a frecuentes corrimientos de tierra sobre los ocho polvorines, plantearon sustituirlos íntegramente por dos nuevos almacenes de mayor capacidad.
Los desprendimientos, con independencia de los perjuicios ocasionados, podían presentar un peligro, por lo que el ingeniero Luis Portillo diseñó la construcción de sendos almacenes de 2000 kg de pólvora, separados 50 m entre sí y de los talleres.
Extremando las medidas de seguridad, contaban con una potente estructura de hormigón armado y fueron equipados con sistemas de ventilación, instalación eléctrica especial, bocas de riego exteriores y extintores en el interior.
De todas maneras, durante el proceso de ejecución el ingeniero director de la obra observó las malas condiciones del terreno existente, por lo que según la modificación del proyecto que redactó, se prolongaron los muros de contención de los almacenes [6989.01].
Ampliación pabellón de cartuchos [7019.05].
En febrero de 1977, Julio Errasti Aramberri como director gerente de El Trust Eibarres SA, solicitó autorización para las obras de ampliación del pabellón de carga de cartuchos.
El proyecto fue obra del ingeniero industrial Domingo Goitia, quien en la memoria del su proyecto detalla los antecedentes de la obra.
Al parecer, existía ya una solicitud de abril de 1972 a nombre de Estanislao Aramberri para ampliar la capacidad productora de la fábrica de 29 a 39 millones de cartuchos. Sin embargo, su fallecimiento obligó a la nueva dirección a suspender la solicitud y en junio de 1974 presentaron una nueva para la ampliación hasta 60 millones.
No obstante, diversas circunstancias impidieron la ejecución de las obras solicitando hasta 3 prórrogas, siendo este proyecto de enero de 1977 la última versión. Esta ampliación quedaba adosada al pabellón de carga, y servía para albergar una línea de producción automatizada de carga de cartuchos, impresión de la marca y embalaje en cajas, con el consiguiente incremento de la productividad.
Actualmente la empresa mantiene en estas instalaciones su actividad.